Geri Bringman

No puedo precisar el momento, pero mi estallido de actividad cerebral derecha definitivamente coincidió con mi llegada a Tucson en 2005. Aterrizar en Tucson, después de pasar toda una vida en la ciudad de Nueva York, fue como aterrizar en Marte. Inmediatamente me llamó la atención el extraño y espectacular paisaje desértico, y me cautivó la genuina y sencilla gente de Tucson. Pero creo que mi mayor influencia ha sido el arte y la cultura mexicana y nativa americana que es una parte tan importante del Pueblo Antiguo. Me encantan sus diseños tradicionales y colores vivos, y sobre todo, sus caras anchas y hermosas. Siento que tengo toda una vida de inspiración para trabajar aquí en Tucson, y espero, con mucho entusiasmo, honrar a esta ciudad y su gente en los años venideros a través de mi pintura.

Antes de mudarme a Tucson, fui productor/escritor de videos durante más de 25 años. Como nativo de Nueva York, el arte siempre ha sido una de mis pasiones, pero más como observador que como creador. Hay algo en el aire aquí que me motivó a finalmente poner el pincel sobre el papel.