ODILE JACOTT
Categoría: Artista/Individuo
Disciplina: artes tradicionales
Mi nombre es Odile Jacott y nací en Hermosillo, Sonora, México en 1965. Mi pasión y amor por el arte comenzó cuando mi hija me pidió un set de arte para Navidad. Le compramos un set que incluía unos pinceles y un pequeño librito con varias fotografías de la obra de Pablo Picasso. Cuando mi hija recibió todos sus regalos, estaba mucho más interesada en todo lo demás además del caballete. Pasaron los días, y de la nada, cuando vi el caballete, sentí unas ganas inmensas de poner todo en uso. Casi de inmediato, abrí el cuadernillo de Picasso, ¡y ahí empezó mi aventura en el mundo del arte!
Poco a poco fui comprendiendo que el mundo de un artista no es fácil. A veces, es posible que deba pasar horas solo para obtener el color correcto o lograr la expresión correcta. Aprendí que es posible capturar las emociones de uno en una pintura, ya sea dolor o felicidad. Cada artista es único a su manera; cada uno puede capturar sus propios sentimientos e interpretaciones del mundo en su lienzo. Para mí, la pintura siempre ha sido una especie de terapia ocupacional en mi tiempo libre como ama de casa. A lo largo de los años, he podido progresar en mi propio estilo y técnica.
“Este cuadro fue pintado por el gran amor que sentía Frida por su amado perro Xólotl y por el mundo colorido que plasmaba en cada uno de sus cuadros.”
En lo más profundo de mi alma, sentí una imperiosa necesidad de dar voz a las turbulentas emociones que se agitaban en el corazón de la legendaria Frida Kahlo. Con cada pincelada, busqué capturar el delicado equilibrio de amor y dolor que impregnaba su relación con su amado Diego. Esta evocadora pintura trasciende los límites de la mera representación; se esfuerza por profundizar en las complejidades de la psique de Frida, dejando al descubierto la vulnerabilidad y la fuerza que definieron su expresión artística. El lienzo se convierte en un santuario para sus pensamientos no expresados, su agonía silenciosa y el amor apasionado que sentía por Diego, inmortalizando su conmovedora historia entrelazada en una sinfonía de colores y emociones.